domingo, 21 de agosto de 2016

Día 3: Visita al centro de cría de osos Panda de Chengdu.

Si hay un verdadero motivó para venir a Chengdú  es por la posibilidad de visitar la reserva de osos panda que se encuentra a las afueras. La entrada cuesta 58 yuanes (8,50€), la mitad con carnet internacional de estudiante.
                         
 



Hay varias combinaciones de buses para llegar, pero tardan lo suyo, des del centro puede ser algo más de una hora. Nosotros fuimos en taxi, y nos salió por 46 yuanes unos 6-7€. Las taquillas del parque abren a las 08:00h y nuestra recomendación es llegar bien temprano. Hay que tener en cuenta que los pandas comen bambú a primera hora y cuando ya están llenos se echan a dormir. Si uno llega a mediodía lo normal es que encuentre a todos los osos descansando en una rama de un árbol.

 


El parque es un jardín de cañas de bambú, y es que cada oso adulto se come como 40 kilos diarios, y sólo comen eso. Hay caminos que te van llevando a los espacios donde habitan los panda, algunos los dejan solos y a otros en grupitos de tres o cuatro.

 



Se entretienen subiendose a los árboles o peleando entre ellos. Peleas nada violentas, empujones y mordiscos para pasar el rato.





En el parque viven unos 50 osos adultos, en verano los sacan por la mañana a tomar el aire...

 



Pero cuando ya empieza a hacer calor los van metiendo en lugares cerrados con aire acondicionado para que no sufran las altas temperaturas y la humedad.




Los animales en general se encuentran en estado de semi libertad, como en el bio parc de Valencia, por ejemplo, de manera que se reproducen condiciones naturales y no viven como en un zoológico. 





Pero este lugar es más que un parque, aquí se intenta que los pandas se reproduzcan, con el fin de incrementar la cantidad de este animal en peligro de extinción. Se pueden ver las incubadoras y guarderías donde los oso pasan sus primeros meses de vida, hasta que cogen peso y ya salen al exterior. Y es que los pandas nacen prematuros pesan apenas unos 200 gramos, y los separan de las madres para evitar el peligro de que sean pisados.

 





En resumen... La visita es muy recomendable y si uno viene hasta aquí no se la puede saltar. No se llena un día entero, pero sí tres o cuatro horitas fácilmente. Al final te puedes hacer tu foto con Kung Fu Panda, ídolo de Chengdú.




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