viernes, 26 de agosto de 2016

Día 8: El gran monumento de Shangrilá, Monasterio de Songzalin.

La gran joya de esta ciudad, no hay duda que es el increíble Monasterio de Songzalin,


Esta situado a 5 km del centro, y se accede con el bus número 3, es obligatoria la entrada al recinto y hay que pagar ni más ni menos que 115 yuanes, unos 16€.


En este monasterio tibetano y su recinto viven 600 monges, y solamente el Monasterio de Lhasa en el Tíbet,  supera en número y en tamaño a este de Shangrilá.


Tal es la importancia de este Monasterio, que estaba regentado por uno de los dos Budas vivientes, cuando China invadió el Tíbet. Este Buda Viviente salió exiliado hacia India junto al Dalai Lama.


Para acceder al conjunto el bus n. 3 te deja en el lugar donde se compra las entradas, después otro autobús te acerca hasta la puerta. A partir de ahí espera una gran escalinata que desemboca en la plaza principal.





Desde la plaza se puede entrar a tres edificios, el primero de ellos corresponde a un templo de culto, donde los fieles hacen sus ofrendas.



 


El segundo es el principal y el más grande de los tres, y se reserva para cuando los monges tienen que rezar conjuntamente. Parece ser que caben todos.




El edificio alberga múltiples imágenes de Buda de gran tamaño,

 



Además este edificio tiene unas escaleras en los laterales, justo en el rellano de entrada al templo, que permiten subir a los pisos superiores del edificio. No está señalizado y prácticamente nadie sube, lo que permite sacar fotografías en solitario.












El tercer edificio de la plaza, es donde los monges hacen parte de su vida diaria, por ejemplo nosotros llegamos a la hora de comer.





Las paredes de todos los edificios están muy bien decorados con pasajes que recrean la vida de Buda.





Además de estos tres edificios uno se puede ir perdiendo por varias callejuelas antes de salir, buscando sus propias curiosidades, oler a incienso, ver algunas tiendas de artesanías y ofrendas...




Desde nuestro punto de vista, la visita al Monasterio de Songzalin ya justifica por sí solo venir unos días a Shangrilá, más aún para aquellos viajeros que no tienen la posibilidad de ir al Tíbet. Hay que tener en cuenta que la provincia de Yunnan no tiene restricción de movimientos, lo cual da mucha más libertad para viajar de manera independiente. 


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