viernes, 26 de agosto de 2016

Día 10: Lijiang Parque del Estanque del Dragón Negro.

Lijiang ha introducido un nuevo concepto para exprimir al turista, se trata de una tasa turística de entrada a la ciudad. En todos los puntos de entrada de la ciudad antigua hay más taquillas con vigilantes, que en cuanto te ven venir te piden que pagues, el primer día conseguimos esquivar a los vigilantes, pero es imposible al final llega un momento que hay que pasar por taquilla.

80 yuanes te dan acceso a la ciudad y a una serie de puntos turísticos durante una semana.  

Uno de esos puntos es el Parque del Estanque del Dragón Negro, o Parque Heilongtan la puerta los guardias te piden la tasa para poder acceder, imposible saltarse el pago.


El parque está ubicado fuera de la ciudad antigua, aunque se puede ir paseando sin problemas.


El recinto esconde un encantador lugar para pasear y tomar el aire, con unas vistas fantásticas de las montañas de Lijiang. Aunque durante nuestra visita había muchas nubes al fondo, se podía apreciar el Monte del Dragón de Jade,





 


Pero el parque no solamente es una atracción turística, los lugareños lo explotan de lo lindo.

Uso deportivo.

Una gran cantidad de Chinos se lanzan cada mañana a los parques a hacer ejercicio, Taichí, bádminton, aerobic, estiramientos... O simplemente mover el cuerpo.





 

Competición de canto de pájaros.

Una cosa que nos llamó la atención es que un gran número de señores, llevan a sus pájaros al parque con sus jaulas. Tienen un lugar donde colgarlos, y allí les sacan la tela que cubre la jaula. 


Qué alegría tienen los pájaros de escucharse unos a otros, todos se ponen a cantar como locos!





En cuanto se sale del parque, se ve una gran estatua de Mao.



Si levantase la cabeza y viese en qué ha terminado su revolución comunista. A China solo le queda algo de comunismo en el nombre del país, después ya se acabó.





















No hay comentarios:

Publicar un comentario