sábado, 30 de agosto de 2014

Día 24: Más visitas en Kathmandú, el templo de Pashupatinath.

De vuelta a Kathmandú aún quedaban unas visitas por hacer, como la visita al Templo de Pashupatinath.

   

La visita al templo está restringida a los no Hindús, así que no hay manera de ver lo que hay en su interior. Se trata de uno de los lugares más espirituales de Nepal, a orillas río sagrado para los nepalíes Bagnati. Este río es para esta ciudad lo que el Ganges para Varanasi.

Lo que si que se permite visitar con total libertad es el río y sus pilas crematorias, previo pago de una entrada de 1.000 NPR uno de los precios más altos de este viaje.

                         

En estas pilas se efectúan las cremaciones de las personas difuntas que desean limpiar su karma y poder salir del ciclo de reencarnaciones.

Al lugar se le supone una espiritualidad tremenda, que no percibimos en ningún momento por ningún sitio. Se trata de un lugar donde hay personas pasando un momento muy triste, mientras en el otro lado grupos de turistas toman fotos como si estuviesen en Disney. 

        

No le encontramos el sentido a pagar una entrada por ver un espectáculo fúnebre, se pueden hacer fotos sin problemas, nadie dice nada ni hay restricción.

Durante nuestra visita se celebraron como unas cinco cremaciones, y si que cabe destacar que la preparación es todo un ritual, nada se hace de manera aleatoria, todo tiene su orden y simbología.

    

   

   

Dan un cierto exotismo los sadhus que se encuentran merodeando por las estupas, aunque ciertámente más que meditar o rezar, están mucho más pendientes de hacerse fotos con turistas.

                             

Como conclusión, desde nuestro punto de vista se trata de un lugar bastante prescindible de visitar.









No hay comentarios:

Publicar un comentario