Pensamos hacer dos días de visita al valle de Kathmandú y así conocer los alrededores. Aunque todos los puntos se pueden unir entre sí y las distancias no son muy largas, por comodidad y por no perder mucho el tiempo y aprovechar el día para hacer el máximo hemos contratado un taxi por día completo.
Hemos pactado un precio de 2800 NPR, unos 22€, por el trayecto y las esperas a...
- Templo de Swayambhnath, o templo de los monos.
- Kirtipur.
- Bungamati.
- Patan.
- Vuelta a la plaza Durbar de Kathmandú.
Swayambhnath
Se puede llegar a pie si te das un paseo desde el centro en unos 45 minutos, pero hay que ser muy amante del caminar para estar lidiando con tanto tráfico y las pocas aceras que hay en esta ciudad.
Las entrada cuesta 200 NPR. Nada más entrar se encuentra una pequeña estupa ataviada por miles de banderas de oración. Aquí se da uno cuenta de porque lo llaman también el templo de los monos, ya que en esta parte baja los hay a centenares, dando vueltas, hay que estar muy pendiente de las pertenencias, que les gusta mucho llevarse.
A continuación se sube una gran escalinata que te lleva a la gran estupa que da nombre al recinto...
Los ojos de Buda vuelven a mirar todo lo que hacemos, pero además también se ve claramente su nariz, que es el símbolo del número 1, o sea que cada individuo es responsable de sí mismo. Finalmente el tercer ojo sobre sus cejas, que representa los conocimientos de Buda.
Alrededor de la estupa los creyentes hacen sus ofrendas y le dan vueltas haciendo girar los rodillos de oración,
También se hacen ofrendas de comida, aunque antes de que Buda se las pueda comer, hay otros inquilinos que se aprovechan de ellas.
Durante nuestra visita un operario le echaba desde arriba pintura dorada a la estupa, alterando el blanco inicial.
Para terminar, la estupa ofrece una vista preciosa de Kathmandú y su valle.
Kirtipur
La segunda parada del día nos ha llevado a un pequeño pueblo del valle llamado Kirtipur apenas a 5 km de Kathmandú. A la llegada hay que pagar una pequeña tasa turística por visitar la localidad de 100 NPR. Afortunadamente el taxi nos ha dejado arriba, ya que la cuesta estaba bien empinada, además en la colina se encuentran los puntos de interés.
Junto a la plaza principal se encuentra un estanque y un templo Hindú.
Aunque el más interesante se encuentra un poco más arriba, unos 200 metros más. Es el templo de Uma Maheshwar... Como curiosidad sus elefantes los han protegido con unos pinchos para evitar que suban los niños.
Después simplemente hemos dado un paseo tranquilo, siempre es curioso ver qué hacen los lugareños.
Bungamati
A otros 10 kilómetros de Kirtipur se encuentra un nuevo pueblecito medieval, destaca por la gran cantidad de ebanistas que están tallando la madera, haciendo figuritas de Ganesh, elefantes, budas...
Aunque si hay algo que choqué tremendamente es que todas la casas tienen colgadas cantidades enormes de guindillas que las están secando... Son unos ramilletes tremendos.
Patan
A continuación hemos ido dirección Patan. En el valle hubo tres grandes reinos, el de Kathmandú, Bhaktapur y Patan. Por tanto estamos ante una antigua capital de reino, y se nota. Hay que pagar un ticket turístico de 500 NPR a la entrada.
Esta ciudad también tiene su propia plaza Durbar, es decir tiene una plaza con palacios, que es el significado de Durbar.
Hay menos cantidad de edificios que en Kathmandú, pero es una plaza preciosa. La mayoría tampoco se pueden visitar, es decir solo se contempla la fachada.
Es curioso que muchos hombres nepalíes llevan un gorrito peculiar, jóvenes y mayores.
En los alrededores también se pueden ver puestos de venta de multitud de cosas, aunque destacan los puestos de orfebrería.
Después de visitar la plaza hemos hecho el circuito que recomienda la Lonely Planet sobre Patan. Ahí si que se visitan varios templos y Palacios como por ejemplo unos de los más representativos, Templo Dorado.
En lugar de tener monos cuidando el templo han decidido poner unos de metal, y dejarlo con unas tortugas verdaderas.
El resto del circuito de la guía se hace con mucha comodidad, y afortunadamente la mayoría por calles sin tráfico.
Después de reponer fuerzas, vuelta a Kathmandú.
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