domingo, 18 de agosto de 2013

Día 17: Welcome to Kuala Lumpur, Malaysia.

Bien temprano y puntual partió vuelo que une Phuket con Kuala Lumpur, tanto que a las 07:30 a.m. ya habíamos aterrizado. Si uno quiere ver cosas y aprovechar las ofertas de las aerolíneas a veces hay que sufrir horarios intempestivos.

En cuanto se sale del avion, uno se da cuenta inmediatamente que esta en un país mucho más desarrollado que Camboya o Tailandia, las infraestructuras se ven excepcionales y muy bien mantenidas.

Después de dejar las cosas en el hotel emprendemos a dar vueltas por la ciudad... Pero ya estamos en la recta final del viaje y las fuerzas flaquean. Hemos comprado unos billetes del bus turístico, cuestan unos 10 € y hace un circuito alrededor de los puntos de mayor interés de la ciudad.

Uno de los primeros lugares en descubrir ha sido La Mezquita Nacional...

   

Se trata de un enorme edifico de aspecto moderno (como casi toda la ciudad) preparado para recibir hasta 3.000 fieles al mismo tiempo. Malasia es un país tremendamente musulmán, por tanto la visita para los no fieles solo se puede producir entre las pausas de los rezos diarios, mejor consultar los horarios antes de ir.

Ah... Inflexibles con el vestuario, hay que ir muy cubierto, pero si no te apetece por el calor no te preocupes, a la entrada te prestan una preciosa tunica unisex gratuitamente. 

                                       

La mezquita es de las más grandes de Asia, pero sinceramente tampoco os vais a quedar impresionados.

                       

Las túnicas son limitadas, de manera que cuando se terminan tienes que esperarte en la cola hasta que salga alguien que te la ceda. Por tanto como podréis imaginar la higiene de las mismas es un poco deficiente.

                                             

Había que reponer fuerzas y nos dirigimos al barrio chino, 

            

Allí podréis encontrar todas la baratijas y falsificaciones que deseéis, además de haber multitud de puestos y restaurantes de comida... Hoy ha tocado pato laqueado desde que estuvimos en China no habíamos comido aún ni una sola vez.

                                    

El autobús tenía parada en el Palacio Nacional, residencia oficial del Rey de Malasia.


Tiene buena pinta, pero no es visitable, apenas puedes hacer unas fotos panorámicas desde lejos.


                                 
Lo más gracioso o curioso viene de unos guardias reales que se encuentran en la puerta a pie y a caballo. Los chinos los tienen fritos a fotos!!


En el bus turístico María Elena tuvo un incidente: Se chafo el dedo pequeño de una mano con la puerta, así que suspendimos las visitas para ir al médico. 

Este incidente me ha hecho recordar que siempre que hagáis un viaje de este tipo tenéis que tener una seguro de salud que os de asistencia allá donde vayáis, es muy importante. 

La atención prestada por nuestro seguro fue excelente, en poco tiempo nos concertaron una visita en el mejor hospital de la ciudad. Afortunadamente, no ha habido rotura y la herida es superficial.

Desde la puerta del hospital me dio tiempo de hacer esta foto...


Mañana atacamos los rascacielos!!

Salva.

 








   







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