Tras la imagen de Palacios, teatros o museos, no cabe esperar que en San Petersbugo se puedan encontrar muchas gangas.
Hay mucho turísmo, y en consecuencia los hotels o restaurants cuestan lo suyo, y no es conrrespondida la calidad del servicio con el precio. Hay que tener cuidado donde se mete uno ya que algunos restaurantes del centro, aplican tarifas y técnicas "especiales para turístas", como en La Rambla de Barcelona, por ejemplo.
Con este panorama, descubrimos un "Fast food" ruso, la cadena Teremok.
Pero nada de hamburguesas, perritos calientes, pollo frito, o Ketchup. Aquí se comen sopas, raviolis, crepes dulces y salados, y otras especialidades autóctonas... Muy rico para el precio que tiene, y raciones generosas.
Además de este lugar, fuimos fieles una vez más a nuestra guía Trotamuntos / Routard http://www.guiatrotamundos.es/ , sin duda nos ayuda a descubrir lugares únicos y auténticos. Por ejemplo, una tarde fuimos a tomar un chocolate en uno de los lugares recomendados en la guía, y valió la pena. Se trata de la cafeteria situada en el primer piso de la Librería Singer. Después de esquivar las estanterías de libros puedes encontrar esta joya, dónde además de tomar un buen café, chocolate o pasta, puedes disfrutar de una excepcional vista de la avenida Nevski.
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