lunes, 3 de agosto de 2015

Día 1: Catedral de San Basilio el Bienaventurado.

Al fondo de la plaza roja se encuentra la Catedral de San Basilio, se ve como la iglesia de Disney con sus campanarios de bulbos de colores.

                                     

Es verla y te da ganas de saltar de alegría...

   


La catedral fue ordenada por el primer zar de Rusia, Iván El Terrible. El número de campanarios se explica a que corresponde con el número de batallas ganadas a los Tártaros y cada una está dedicada al santo que se celebraba el día se ganó la batalla. 

      

Se puede visitar su interior, abierto cada día hasta las 18:00h aunque realmente es un poco decepcionante. Cuesta 350 rublos, 100 si tienes carnet ISIC, y aunque no sea espectacular, ya que está uno allí, entra. 

A diferencia de una catedral católica no existe una nave principal donde celebrar el culto, se divide en diferentes estancias. Algunas estancias están decoradas con motivos iconostasios policromáticos,

      
      
      

Aunque también hay partes con escasa decoración o de ladrillo caravista.


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