domingo, 31 de julio de 2016

Día 12,13 y 14: Nuestras visitas de referencia en San Petersburgo.


En función de los días y del ritmo que uno tiene se puede marcar, se pueden realizar multitud de combinaciones en las visitas. Nosotros llegamos a esta ciudad en la etapa final de la estancia en Rusia, así que nos tomamos las cosas con calma, sabiendo que nos dejábamos cosas. Des de el primer momento supimos que esta es una ciudad para repetir, así que no nos sabe mal haber faltado a algunos lugares emblemáticos.
 
 
 
Nuestras visitas preferidas:
Museo del Ermitage
Es un museo gigantesco, precioso, alberga una cantidad de obras tan grande, que puede acabar empachando al más apasionado amante del arte.
 

 
El museo a las 10:30h, salvo los lunes, pero a esa hora hay una cola que te puede llevar más de una hora y media entrar. La recomendación sería que llegases a las 09:30h si eres muy tempranero y cojas sitio, o que llegues allá las 14:00h si no puedes madrugar. Nosotros intentamos llegamos a las 10:15h y desistimos, había tal cantidad de gente que decidimos volver más tarde y aprovechar el día. Después de comer, volvimos y la cola era mucho más suave, apenas 15 minutos.
Ojo al precio de la entrada que es de 400 rublos, pero para poseedores del carnet ISIC es gratis!!!!
Palacio Yusupov
Mucho menos masificado que otros lugares, pero concurrido, abre a las 10:45h y si llegas 15 minutos antes entras rápido. El precio es de 500 rublos, pero hay buenos descuentos con carnet de estudiante.  La visita guiada solo es en ruso, pero te dan una audioguía. Merece la pena ir para poder hacerse una idea de lo que era el lujo en la alta sociedad rusa antes de la llegada del comunismo, si pudiese haría un hueco fijo.
 
                             
 

 

Palacio de Sheremetev y Museo de los instrumentos.
Es uno de esos lugares peculiares apartados del turismo masivo, de hecho no tendréis que hacer cola, da igual la hora a la que os presentéis. En este lugar además de un bonito palacio, se pueden ver instrumentos a cual más rato y curioso. El personal del museo es bastante amable y te enseña el funcionamiento de los más extraños con cierto ahínco, parece que se aburren un poco y se entretienen con los visitantes.



 
Fortaleza de Pedro y Pablo.
Este es uno de los sitios que “la masa” no suele perderse. En primer lugar la entrada al recinto es gratuita, y una vez dentro pagas solamente los tickets de los lugares que deseas visitar. Es un lugar concurrido, pero gracias a la dimensión no da la sensación que el turismo te “atrapó”.

 
Una de las visitas más interesantes del recinto es la Catedral de San Pedro y San Pablo, allí se encuentran los restos de la mayoría de los Romanov, incluidos los últimos zares que fueron enterrados hace pocos años tras el análisis de ADN que demostró su identidad hace unos años.

 
Iglesia del Salvador y la Sangre Derramada
Sin duda es de los monumentos más atractivos de la ciudad, especialmente desde fuera. Es un monumento muy pintoresco a la altura, si no supera, la Catedral de San Basilio de Moscú. El interior es bastante bonito, no hay ni uno solo rincón de pared que no esté decorado. La visita se hace en apenas 30/45 minutos, así que se veis cola a la entrada volver en un rato, tiene sus oleadas.



 
Iglesia de nuestra señora de Kazan.
Esta iglesia no es que nos dejase bocabiertos de belleza, pero tuvimos posibilidad de asistir a una misa ortodoxa alrededor de a las 17:00h. Atención, durante el oficio no se permite el acceso a turistas, así que tienes que ser un poco discreto, evitar hacer fotos o hacerlas a escondidas. Nos gustó ver cómo se desarrolla la liturgia religiosa, es curioso de ver para los que no compartimos la religión.
 
 
 
 

 
 

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