A este monumento vienen 15.000 visitantes diariamente, salvó los viernes que cierra por limpieza: hay que quitarle la polución de la semana.
Esta es una de las puertas de entrada...
Con el fin de evitar embotellamientos, pisadas para hacerse la foto o colapsos, hemos llegado a las 05:45h de la mañana, un poquito antes de su apertura.
Tener en cuenta varias cosas antes de hacer la visita:
- En la puerta se hace un cacheo intensivo y registro de cada mochila, una por una.
- No se puede comer, ni fumar, ni beber, en el recinto así que cualquier cosa de estas tres será incautada y tirada a la basura en la puerta, incluido galletas o chicles, todo a excepción del agua.
- Tampoco se puede acceder con ningún objeto que parezca contundente, incluido los trípodes y similares de las cámaras. Tendréis que dejarlo en una consigna que está a 300 metros de la puerta y pagar 20 Rps.
Ha habido varias "bullas" en la entrada con el tema de los trípodes, pero los guardias son inflexibles.
Después de los controles te espera una vista escandalosamente bella:
Para los que no estén familiarizados con la India, é aquí un breve resumen de lo que es este monumento y su significado. El Taj, no es un palacio o un templo religioso, es una tumba!
Corría el año 1631 cuando de una manera repentina y trágica murió Mumtaz Mahal la mujer, amor, musa del emperador mongol Shah Jahan. Éste prometió construir una tumba acorde al dolor que sentía.
La obra duró 22 años y en ella trabajaron todos los artesanos disponibles para poder pulir y grabar figuras y frases del Corán en las piedras de mármol.
Al final esta tumba no sólo alberga los restos de la amada del emperador mongol, también alberga los restos de él mismo. Y es que la cosa acabó mal... Cuando estuvo listó el Taj el emperador mandó iniciar la construcción de otro Taj, pero de mármol negro justo a la otra parte del río, enfrente, se pueden ver los cimientos. El heredero se lo tomó fatal, y viendo que el padre se iba a gastar toda la fortuna en tumbas, lo detuvo, le usurpó el título de emperador y gobernó por él. El padre estuvo confinado en el Fort Rojo hasta el final de sus días en unas estancias con vistas al Taj. Tras su muerte, el hijo lo enterró en un sepulcro al lado su amada esposa.
Qué historia!!
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