Muy pocos turistas hacen parada en este sitio, lo cual es de agradecer, no nos hemos cruzado con ni un solo trotamundos!
El encanto de Gwalior viene dado por su peculiar Fort...
El Fort se encuentra sobre una enorme colina, se puede acceder a través de dos puertas. Lo más recomendable es pedirle a un rickshaw que te lleve a la puerta Urwahi Gate, la del oeste y más alejada de la ciudad. La vista desde la entrada es esta...
A partir de ahí toca subir una cuesta contundente... Y es que los rickshaw no pueden subir a partir de un determinado punto. Hay taxistas que se ofrecen a subir y a hacer el recorrido, creemos que no vale la pena en absoluto, a pesar de recibir advertencias agoreras de que cuesta mucho, que el recorrido es muy largo... Todo para vender el servicio, pero falso. Es una caminata que dos personas en una forma física normalita la hemos hecho sin problemas.
Además por el camino hay puntos de interés que en coche además te los pierdes...
En medio de la cuesta se encuentran estas bellas esculturas y pequeños templos budistas esculpidos en piedra sobre las laderas de la montaña.
Al final de la cuesta se encuentra el edificio más representativo del recinto... El Man Mandir Palace
Fue en su momento una fortaleza y residencia al mismo tiempo de Marajá Man Singh y aunque se le ha caído gran parte de su policromía, aún deja ver lo que fueron formas de animales como elefantes o patos.
Es una visita ciertamente agradable, con unas excelentes vistas.
Terminado de visitar todo el recinto, lo ideal no es regresar por el camino de venida, si no salir por la puerta Alamgiri Gate, ahí hay camino fenomenal que te lleva al centro de la ciudad y de paso puedes ir observando el Fort desde otro ángulo.
El camino acaba tras la puerta, donde ya hay de nuevo rickshaw para llevarte a cualquier lugar.
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