Es verla y te da ganas de saltar de alegría...
La catedral fue ordenada por el primer zar de Rusia, Iván El Terrible. El número de campanarios se explica a que corresponde con el número de batallas ganadas a los Tártaros y cada una está dedicada al santo que se celebraba el día se ganó la batalla.
Se puede visitar su interior, abierto cada día hasta las 18:00h aunque realmente es un poco decepcionante. Cuesta 350 rublos, 100 si tienes carnet ISIC, y aunque no sea espectacular, ya que está uno allí, entra.
A diferencia de una catedral católica no existe una nave principal donde celebrar el culto, se divide en diferentes estancias. Algunas estancias están decoradas con motivos iconostasios policromáticos,
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