martes, 15 de agosto de 2017

Día 3: Si vas al mercado de pescado Tsukiji, date un paseo por los alrededores.

En los alrededores del mercado de pesado, hay un par de visitas que vale la pena hacer ya que se está en la zona, Jardín de Hama Rikyu y el Templo Tsukiji.

Jardín de Hama-Rikyu

Mirando el mercado, unos 10 minutos caminando a la derecha. Es uno de los pulmones de Tokio, jardín de más de 300 años, uno de los pinos está plantado desde si primera etapa.

                                     




Perteneció a una de las estirpes de generales de antiguo Japón, los Tokugawa, aunque a partir de la segunda guerra mundial pasó a ser de uso público... previo pago de 300 Yenes.


Probablemente, en sus inicios se encontraba apartado del centro de Tokio, pero en la actualidad está rodeado de un enjambre de edificios de viviendas y oficinas enormes que dan la vuelta al parque.






Para los que le guste realizar una travesía en barco, en el propio jardín se encuentra la salida de barcos hacia Asakusa, así que se puede provechar y no volver en metro.







Templo Tsukiji. 

Justo a unos metros del mercado, en dirección contraria al Jardín de Hama-Rikyu, se encuentra uno de los templos más extraños de la ciudad.




Perteneció  a una de las ramas religiosas budistas, que introdujo esta religión en Japón. Hoy esta rama se encentra extinta. 

                                    




Si ser espectacular, merece la pena pasarse, ya que está tan cerca del mercado.







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